viernes, 8 de febrero de 2008
joder
Esa foto en portada del diario La Jornada, de hoy viernes ocho de febrero, la risa es un cuchillo con filo de cinismo. Héctor Larios Córdova se llama el dueño de los dientes y lengua al viento.
A un costado del político sonorense, Emilio Gamboa Patrón, en el otro flanco, otro ser viviente de la demagogia, Javier González Garza.
El pie de foto informa el motivo de la reunión: el nombramiento de los relevos de consejeros del IFE.
Debe ser el motivo de la risa el banquete político. Enterrar los testigos de la contaminación en esa elección presidencial donde no ganó el menos malo.
Anécdota pasajera el párrafo anterior. Cala en la emoción la capacidad de los políticos para reírse de los ciudadanos. Esa carrera de función en función donde lo único que funciona es el privilegio del poder para quienes amalgaman fortunas por acudir a sentarse en el banquillo donde las cámaras los exhiben como hombres de bien.
A veces el grito de duelo ahoga y no puedo exhalar la frase: ¡A la verga! Pinchis políticos de mierda. Capaces de construir el cinismo a costa del engaño, el hurto e incapacidad de una protesta en contra que pueda rebatir la trayectoria de estos tantos.
No me resta más que carcajearme de la situación de los de la periferia, hacer conciencia y remembranza de la filosofía de Fernando Vallejo, escritor colombiano que propone la extinción de los pobres. Que se nos extermine ya y de una vez.
Pero a ellos no, a los de la foto no me los toquen. Que vivan felices con sus uñas en el vientre, rascando de placer y no de dolor por el hueco. Arriba la política, como bien gritara un amigo adolescente en el pasillo de un café donde se define el rumbo de la situación de los ciudadanos. Gracias por su existencia, señores políticos. Y que viva el amor.(cs)
jodeer
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