Carlos Sánchez / sonarquevemos@gmail.com
Radica en Oaxaca, es
de Zacatecas. Vino a la Feria del Libro Hermosillo 2012, a presentar su novela Teoría de las catástrofes (ed.
Alfaguara). Tryno Maldonado es escritor, editor, reconocido como uno de los
mejores novelistas jóvenes de la actualidad.
Del contenido de su
novela, de las obsesiones y pretensiones. De eso trata esta conversación:
--¿Cuál es el
detonante para que exista ahora tu novela Teoría
de las catástrofes?
--El escenario en el
que se desenvuelve la novela es el casi año completo de 2006 en Oaxaca donde
ocurrió un plantón de maestros, y la posterior incursión de la policía Federal
para sofocar el movimiento, esto es el resumen: siete meses e orden
cronológico, es como el contexto donde se desarrolla la novela y sin embargo
esa es la lectura a nivel del ámbito público, pero existe otra lectura que es
en el ámbito de lo privado: una pareja de mi generación, un chavo y su chava
que duran tres años y estamos viendo su último año de relación, entonces el
libro puede leerse como una catástrofe a nivel social pero también una
catástrofe doméstica, y una catástrofe íntima, entonces me interesaba jugar con
esos dos ámbitos, poner el lente grande que englobara lo social, el conflicto
político y la crisis del estado que se vivió en ese momento, y por otro lado
esta historia de un amor que llega a su fin.
--¿A qué aspiras como
novelista cuando se te viene a la mente ese proyecto?
--Primero a ser
honesto, contar historias honestas, sin ninguna pretensión, muchas de las cosas
aquí narradas tienen un cariz autobiográfico, aunque esas son las más
aburridas, las más interesantes son meramente ficción, y lo otro, la mayor
pretensión o aspiración es simplemente relatar el tránsito de un grupo de
individuos de diferentes generaciones, diferentes orígenes que transitan por un
conflicto social que los sacude y les hace ver su mundo y su país con otra
óptica, esa era la única pretensión, y sin embargo no quería darle la vuelta a
los grandes relatos, no quería dejar de soslayo, como muchos autores de mi
generación de literatura de moda hacen, y que solamente se ven el ombligo, o
recurren a otros libros, a otro autores.
Me interesaba hablar
del amor, si yo te dijera que esta es una novela de amor puede sonar muy cursi,
sin embargo quería plantearme el amor como tema generacional y cómo se entablan
las relaciones afectivas para toda una generación y las relaciones
interpersonales. Me interesaba hablar de política también y del por qué un buen
de mi generación tememos o somos renuentes al compromiso de toda índole, por
ejemplo político, compromiso de pareja,
compromiso a una causa, a un partido, parece que somos activistas de
facebook solamente, pero si eso implica llevar tus ideas más allá, llevarlas a
la calle, ahí sí se acabó el activismo, y es un poco lo que tiene qué hacer
Anselmo, mi protagonista, se ve involucrado por razones un tanto azarosas en el
movimiento magisterial y en el posterior movimiento civil de 2006, y esta era
la aspiración que tenía: ser honesto, hablar de temas que yo creo deben ser
tocados en este momento.
--Una novela que te
lleva más de tres años escribirla, una novela de cuatrocientas páginas, ¿qué te
provee, qué te deja, qué te aporta?
--En el proceso mucha
incertidumbre, te puedo contar esta novela por la suma de las restas que tuve
durante este proceso que fue muy arriesgado, muy temerario, pero no me
arrepiento. Las restas que tuve durante el proceso de creación fueron mi
trabajo, mi chava de entonces, me quedé sin dinero, empecé a comer sopas Maruchan,
latas de atún, pero dije si no lo hago ahora que tengo treinta y tantos años,
va a ser complicado que se den las
mismas circunstancias para hacer una novela tan ambiciosa como esta.
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