sábado, 29 de junio de 2013

El chelo es el punto fundamental de mi vida



Carlos Prieto
(Foto: Miguel Galaz)


Carlos Sánchez

Su mirada, incluso, tiene ritmo. Y mira como miran los que no tienen nada que perder. Anda, también, con paso generoso, sin pose ni búsqueda de reflector.

Carlos Prieto es todo eso que dicen los críticos de la música. Es también de manera concisa lo que un día apuntalara con precisión el escritor colombiano Gabriel García Márquez: “Desde muy niño tuve un interés natural por la música, pero no se me reveló como la pasión mayor de una vida hasta la noche milagrosa en que descubrí el alma del chelo en las manos de Carlos Prieto”.

Un día el periódico El País, de España, destaca la ejecución de Prieto “en las primeras filas de la violonchelística actual. No sólo un virtuoso sino un artista completo”. Esto lo afirma y firma el articulista Enrique Franco.

La trayectoria es amplia, el currículum ídem. Y la necesidad de contar historias con la pluma, así como con el chelo, un acontecimiento permanente en Carlos Prieto.

Hoy le tocó a la ciudad del sol el calor en las notas desde las manos y el talento del violonchelista. El colofón de un encuentro musical como celebración del Día Internacional de la Música donde Augusto Novaro y Emiliana de Zubeldía marcaron la pauta con su legado.

Carlos Prieto ayer en un concierto en el Teatro de la Ciudad de la Casa de la Cultura. Aquí y ahora él mismo con las palabras a manera de conversación:

--¿Cuál es tu sentir por venir a Hermosillo a participar en el festival del Día Internacional de la Música?

--En primer lugar me honra decir que he tenido la fortuna de venir con frecuencia a Sonora, he recorrido muchísimos lugares de este Estado que me gusta mucho, y ahora vengo con motivo del Día Internacional de la Música y he venido a participar en el concierto de clausura de estos días que han sido dedicados a explorar todo lo que hizo la maestra Emiliana de Zubeldía y Augusto Novaro con su nuevo sistema de construcción de la música, y para mí ha sido un honor participar en el programa de clausura, tocando el concierto de Dvorák para chelo y orquesta, uno de los conciertos más importantes para el violonchelo.

--En 2007 obtuviste la Medalla Alfonso Ortiz Tirado, en el marco del Festival del mismo nombre, ¿cuál es tu opinión sobre la importancia de este festival?

--Me parece que es un festival de una gran importancia, porque en esta zona del país no solamente Sonora, sino en esta región del país, es el principal festival que existe. Hace algunos años cuando me dieron la Medalla Ortiz Tirado, yo le dije al que era entonces director de cultura (Fernando Tapia Grijalva) que habría un error porque sabía yo que las normas eran que se daba exclusivamente a sonorenses distinguidos y le dije yo no soy sonorense, él dijo, es que contigo empieza a ampliarse el otorgamiento del premio y se va a dar no solamente a sonorenses, entonces para mí fue un gran honor recibir el premio en Álamos, precisamente. Además he venido a Álamos en varias ocasiones, y he tocado en Álamos un concierto para violonchelo y orquesta que me dedicó un alamense muy distinguido que es el compositor Arturo Márquez. Me parece que este es un festival fundamental para México.

--Hay algo que seguramente te lo han mencionado mucho, esto sobre el comentario que hiciera Gabriel García Márquez donde habla de la revelación de la música al escucharte. Tomando en cuenta la grandeza del Gabo, ¿qué impresión te causa que haya hecho ese comentario?

--Que le estoy profundamente agradecido, y que como le dije a él: “Gabo, me parece que estás exagerando considerablemente”. En fin. Eso es lo que escribió él y se lo agradezco muchísimo, es muy buen amigo desde hace muchos años, y yo atribuyo más esa frase a la amistad que a la verdad.

--¿Qué es para ti el chelo?

--El chelo pues es un punto fundamental de mi vida.

--¿A qué edad de tu vida llega el chelo?

--El chelo llegó a los cuatro años de edad, empecé a estudiar a los cuatro años, y a los seis o siete años ya tocaba cuartetos, a los trece o catorce ya había dado bastantes conciertos, inclusive conciertos con orquesta.

--El chelo seguramente te ha generado muchas emociones, alguna que se te venga a la mente y nos puedas contar.

--Lo que tengo muy presente es que el chelo con el que normalmente toco, me interesó tanto su existencia que me dediqué muchísimos años a escribir e investigar la vida de ese chelo como si fuera yo un detective, investigué en gran detalle toda su vida, desde el siglo XXI hasta su nacimiento en 1720, y de ahí salió un libro que se llama Las aventuras de un violonchelo y ese libro no hace más  que enriquecerse con cada nueva gira que hago.

--Sobre la literatura, ¿qué importancia tiene en tu vida?
--Tiene una importancia grande. He sido durante muchos años un gran lector, en distintas lenguas, y he escrito un buen número de libros, y debido a esto hace dos años, para gran sorpresa mía, fui nombrado Miembro Titular de la Academia Mexicana de la Lengua, miembro de número, y el año pasado la Academia Ecuatoriana de la Lengua me nombró Miembro Honorario correspondiente de la Española. La literatura es un aspecto fundamental de mi vida.

--¿Cuál es el texto que te haya impresionado hasta decir, por qué no lo escribí yo?

--Eso nunca lo he pensado. Estabas hablando hace ratito de Gabriel García Márquez, pues entre los libros que más me han impresionado están muchos de él, y naturalmente que nunca he pensado esto debería yo haberlo escrito, esto lo podría yo haber escrito, los libros de García Márquez no los puede haber escrito sino el Gabo.

--¿Qué me puedes decir de la poesía?

--La poesía me interesa, pero no soy tan sensible a la poesía como lo soy a la música, o como a otros aspectos de la literatura, pero me interesa.

Desparpajado, despreocupado, al final de la conversación, Carlos Prieto pregunta: ¿Esto lo van a editar?




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