domingo, 22 de septiembre de 2013

Desde adentro: exposición fotográfica de jóvenes presos




Carlos Sánchez

De pronto lo imposible ocurre. Un disparo, dos, tres. Los muchos click en las cámaras. Las miradas indagando el interior, el hábitat. Pergeñar con la vista lo que se puede, lo que se tiene.

Lo imposible deja de serlo, porque en el interior de una celda una cámara fotográfica es realidad. Y retratar lo ídem.

En el marco de Fotoseptiembre Sonora 2013, la fiesta de la imagen también dentro de la cárcel, allá donde los menores de edad cumplen una condena, a manera de infracción.

Desde el Instituto Sonorense de Cultura, a través de un taller impartido por Alonso Castillo, fotógrafo, Carlos Sánchez, escritor, los jóvenes para aprender y decir lo aprendido. Y concluir con la exposición que por nombre lleva Desde adentro.

Alonso Castillo es fotógrafo de amplio bagaje. Con su mochila al hombro asistió durante los días de julio a ofrecer este taller de fotografía creativa. Dentro de un aula, con diez alumnos, compartió los conceptos y criterios fotográficos. Luego la sorpresa para los educandos, en sus manos cámaras desechables y la felicidad haciéndoles temblar las manos, porque el deseo de disparar los invadió.

Pasaron los días y así la construcción de un discurso fotográfico desde los chavos. Pasaron los días y hasta llegar al catorce de septiembre, sábado por la mañana, y en el mismo espacio que habita, Centro Intermedio del ITAMA, las fotografías expuestas para los padres de familia que visitan a sus hijos, también para las autoridades, guardias y directivos, para los mismos jóvenes como espectadores.

Allí la fiesta, la alegría, el saber y reconocer que en cualquier espacio, mientras haya herramientas y deseo, creatividad, la cimentación de una historia, o muchas historias, son posibles.

Las historias están allí, sobre esas mamparas que fraternalmente un día antes Fidel y Nacho, museógrafos ambos, instalaron. Y no sólo eso, los museógrafos compartieron su conocimiento con algunos jóvenes que dispuestos echaron la mano en el montaje, en la colocación de las mamparas, las fotografías.

En esos días de tallerear, el maestro Castillo pidió a sus alumnos que escribieran respecto de su sentir sobre el hecho de hacer fotos. Aquí compartimos algunas de las opiniones. Los chavos, por cuestión de una ley que protege la identidad del menor, firman sólo con su nombre tales testimonios.

Abisael:
"La fotografía para mí era como un retrato cualquiera, como nomás tomar la cámara y poner al mono en medio y ya".

Cristian:
"El taller de fotografía es algo que me gustó mucho, algo que me hizo ver imágenes de otra manera. Poder tomar fotos me hizo crecer, ya que con cada disparo iba formando lo que vivo aquí adentro y lo que es mi vida".

Juan:
"El estar en el taller de fotografía es algo diferente que nunca lo había vivido, no me había dado cuenta que al tomar una foto se queda en una hoja de papel un momento de tu vida".

Heriberto:
"El taller de fotografía es una oportunidad bien chila que me ayudó a ver las fotos de otra manera y también sirvió como terapia, estando en el taller me sentí libre de congelar el momento que yo quisiera".

Omar:
"La fotografía es un recuerdo que se queda congelado para siempre en un simple pedazo de papel pero ese pedazo de papel pauseado te deja mucho, alegrías, tristezas…"


Un paso más hacia el aprendizaje, la gratitud dicha por los educandos, allí mismo, mientras ya el listón imaginario se rompía para declarar inaugurada la exposición Desde adentro. Después vendrían las palabras para reiterar la emoción, algunas canciones dichas a manera de rap, escritas por los noveles fotógrafos, expuestas con la misma emoción que sintieron al disparar sus cámaras. 

1 comentario:

  1. me hubiera gustado asistir a ver que ondas con los morros, ojala el mensaje y la emocion les recuerde algo al salir y su vida cambie en todos los sentidos, chilo one como dicen por ahí falaicidades lcoos Carlos y Alonso por su trabajo

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