Lo miré debajo de un árbol, caminaba con las manos en la cara sobre el camellón del bulevar Luis Encinas. Alisté la cámara, intuición de la cercanía. Me dispuse a esperarlo en el rojo del semáforo. Se acercó y antes de que me pidiera un peso dos para compeltar un taco, el disparo. Y aquí su mirada. (cs)
No hay comentarios:
Publicar un comentario