A veces voy a la caja donde late tu corazón. Tiene un rótulo “censurado” por la necesidad de no golpear más de incertidumbre estos días ya tan ajenos a nosotros. Estas calles no son de ti ni de mí. Tienen nombres y sus dedos conducen el control de nuestros pasos. Esa caja donde lates está en el anaquel. A veces brinca, vibra. Seguirá allí.
1 comentario:
Corto pero directo, me recuerda a Gongora...quizas a Machado¡¡¡ una sentencia y ea! dicho todo queda¡¡¡
Me encantó!!
Desde el otro lado de la red Sandy!!!
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