hoy hace once años que mi padre dejó de respirar. la risa que era su defensa, incólume me convoca a la misma risa. qué roble es el corazón cuando la felicidad se persigue como único objetivo para ser sintiendo. hoy hace once años de lágrimas en represión: porque en el cortejo alguien tiene que mantener el equilibrio en los pies. no desmayar para decirle a todos: gracias por la compañía. después una carcajada allá en lo oscurito, detrás de la carroza. un homenaje al nihilismo sempiterno de mi padre. y que viva el amor.
2 comentarios:
sí, que viva el amor...
así como lo dices al final de tu cuento para El Pando, que ayer leíamos en casa de la cultura.
...
Acaba de ocurrir un accidente fuera del ITG. Varios heridos.
Qué viva!
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