martes, 1 de septiembre de 2009

LADO A LADO, nuevas coreografías de Antares


Carlos Sánchez

La poética con el cuerpo. En un salón de la Casa de la Cultura de Hermosillo, los bailarines de la compañía de danza Antares, ofrecen un fragmento de la coreografía LADO A LADO, de Miguel Mancillas, que estrenarán el 11 y 12 de septiembre en el Teatro de la Ciudad.

En el preámbulo del inicio del movimiento, el maestro y director de la compañía, reseña el contenido de la obra, sus argumentos, la persecución de la congruencia. Y en el ejercicio de la danza implícito el esfuerzo, la lucha a contracorriente: la ausencia de reporteros de la fuente, los requisitos que exigen los festivales para comprar funciones coreográficas, más las vicisitudes que se acumulen.

No obstante el campo minado que es el mutismo, la ausencia, de la prensa, (y lo señala Mancillas: el parto de una obra sólo se da ante los ojos del espectador), las palabras del coreógrafo proponen a la imaginación el escenario a los asistentes que son alumnos del Cedart, y unos otros.

Entre los espejos en ese salón de entrenamiento, los ventanales como cortina hacia el cerro de la cementera, la historia desarrolla su contenido al compás de la música. Entonces los cuerpos acuerdan los movimientos. El sudor en el rostro es síntoma de la pasión y un reflejo de lo que a través de la danza se cuenta.

Ternura violenta. Contrastes en este vaivén que es la vida. Dice Mancillas en letra impresa sobre una postal que reparte a esos invitado (que también deberían de ser los chicos de la prensa, y de entre los cuales sólo asistió de Dossier, la reportera Daniela Sáenz), que “Ante una alternativa, la acción aparentemente simplifica porque seleccionamos, optamos, pero si hay la conciencia del riesgo y de la incertidumbre que conlleva una decisión, es también una apuesta”.

Dentro de ese salón de clases, donde se construye cotidianamente la propuesta de Antares, hay cabida incluso para un perro salchicha que también es espectador. Las reflexiones de Miguel Mancillas abundan a partir de sus lecturas, de sus exploraciones como obsesiones y lo que desea decir.

Se reconoce arbitrario, en esa libertad de decir lo que se piensa. Y en su argumento sobre la coreografía, (impreso en esa postal) subraya: “Los eventos del día, de lo vivido, son inconexos. Sin embargo intentamos unirlos y creemos que hay un orden o lo suponemos y así coexiste el beso y el golpe, lo deseado y lo obtenido, los sueños con lo real”.

Al final de la presentación los aplausos son agradecimiento de esos preparatorianos, los más, como espectadores. La ausencia de la prensa debe ser esa apatía por difundir el arte como poesía, porque a estas alturas de la vida aún no comprenden, los medios, el significado de la palabra educación.

Aviso de nueva cuenta: Antares estrena coreografías el 11 y 12 de septiembre, en el Teatro de la Ciudad de Casa de la Cultura. Admisión 70 pesos general, 50 por estudiante. El telón se abre a las 8 de la noche.

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