lunes, 15 de marzo de 2010
de noche
En el barrio y sus callejones. Entre historias de box y morras. Se siente caer la luz del día. Un loco saca un cigarro de mota, otro cabrón pone una caguama. Al rato un perico, las brasas para tirar un pedazo de carne en la parrilla.
Cuando es necesario se comparte un pedazo de pastilla, otras ocasiones un estopazo empapado de solvente, la jeringa.
Desde el barrio se tiene ahora vista panorámica hacia la modernidad. Hay un cine vip a la vista de todos mientras las carcajadas, el lamento de la nueva vida que ya no. Los fariseos que mueven sus colgantes están ahora detrás de un edificio que arropa la política y en ella el plan para joder a los desprotegidos. Esos que habitamos el barrio.
Aquí una cosa es segura: nadie como todos para la risa Y si es viernes por la tarde, pretexto otra vez para celebrar con la radio encendida que aun no han cerrado el sapo, el changarro donde hay caguamas. Heladas.
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