Un
evento en cuatro actos organizado por Instituto Sonorense de Cultura
en el cual jóvenes internos del Centro Intermedio de ITAMA son los
protagonistas
Carlos Sánchez
Primer
acto:
Un lobo feroz en ayuno. La caperucita roja en un parque urbano. Una abuelita
que trepa un árbol. Un cazador que dispara por ser guapo.
Ocurre esto dentro de una cárcel donde habitan menores de
edad. Ocurre esto con un solo actor: Fabián Garza.
La obra de teatro intitulada Cuentos revueltos para niños perversos elimina los límites, a
partir de la imaginación, de las palabras, la perfecta actuación, y provoca
aparte de la risa, la reflexión de espectadores: menores internos del Centro
Intermedio del Instituto de Tratamiento y Aplicaciones de Medidas para
Adolescentes (ITAMA).
Y si un día antes esta misma obra se presentó en el
Teatro de la Ciudad de Casa de la Cultura de Sonora, y donde los espectadores
abarrotaron las localidades, al otro día, en ITAMA, también ocurrió la magia.
Debajo de una malla, encima de un corredor, los
muchachos, espectadores, participan en el desarrollo de la obra a propuesta del
actor, y dan los pies para que las escenas se multipliquen, y son parte de la
obra misma.
De pronto uno de los jóvenes sugiere con una frase el
curso del monólogo, el nombre de los personajes, la evolución de la historia.
Hay el baile, la risa, la inteligencia. La deconstrucción
de un clásico de la literatura que toma otros rumbos, otros escenarios. Aquí la
habilidad del dramaturgo, y del actor, para tocar y provocar a los
espectadores. Los aplausos son el refrendo de la calidad de este trabajo
actoral que vino desde el Distrito Federal, a propuesta del programa cultural
Alas y Raíces bajo la coordinación de Instituto Sonorense de Cultura y Consejo
Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA).
Segundo
acto:
Omar cuenta la historia de una noche de baile en la Exposición Ganadera. Desde
su celda recrea la emoción que le provoca escuchar la Original Banda Limón.
Omar es interno del Centro Intermedio, coautor de Los días aquí, plaquette de narrativa
publicado con textos de muchachos internos y resultado del Taller de escritura creativa
auspiciado por Instituto Sonorense de Cultura, Alas y Raíces y Consejo Nacional
para la Cultura y las Artes.
En su narración cuenta Omar que es la segunda ocasión que
vive la fiesta ganadera desde el interior de su celda, describe con palabras el
olor a carne asada, palomitas. Cuenta la algarabía de los que allá disfrutan la
música en vivo, apunta los gritos que escucha e incitan a la fiesta.
Luego Heriberto, otro de los coautores, describe a una
mujer que tejía vestidos para muñecas. Esa mujer es Beatriz, “y es mi madre”,
apunta el novel escritor.
Los aplausos son una consecuencia de la emoción. Y los
emiten las autoridades presentes.
Después la conversación de los espectadores
con los alumnos del taller.
Tercer
acto:
La poesía toca la adolescencia. De viva voz se intercalan versos. Se dicen los
motivos de la reclusión. Se auto analizan. Son los coautores del plaquette de
poesía que por nombre lleva Mirando la
calle, quienes ofrecen un recital a varias voces.
Mirando
la calle es también la consecuencia de un taller de escritura
impartido por el escritor Iván Camarena. También con la rúbrica de auspicio de
Alas y Raíces.
Y si la poesía leída en soledad nos provoca emociones,
escucharla desde esos muchachos que habitan una prisión hace que los presentes
se pongan de pie. Y agradecen la valentía, la honestidad de los coautores.
Cuarto
acto:
Suena la música electrónica. Un puño de chavalos detrás de un cerebro, una
computadora, son los internos del ITAMA quienes crean el ritmo, los sonidos.
Gilberto Orozco, el Mini, es el instructor quien en diversas
sesiones capacitó a los jóvenes que ahora desarrollan la destreza en sus manos,
sus oídos. Y comparten lo aprendido.
Vienen más aplausos, la celebración de esas capacidades
en los chavos que purgan una condena, y quienes desde allí, adquieren
herramientas para enfrentar la vida. Porque ya mañana el aire los convocará de
nuevo al vuelo. Y al levantar el vuelo, sus alas tendrán la experiencia del
arte, lo aprendido para edificar una mejor mirada, un óptimo pensamiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario