sábado, 17 de febrero de 2007

amantes del instante

por carlos sánchez

Damián Alcázar intenta ubicar su mirada. Sobre el bulevar Rosales busca un taxi que lo lleve al centro Ecológico.
Está en Hermosillo de paso, y el personaje aquel vivido en Bajo California, tiene mucho de cierto: al actor le seducen los animales y el medio ambiente. A Claudia Olivares, su pareja, también. Ella es artesana: elabora prendas de metal con sus manos.
Damián con un sombrero de ala ancha, Claudia con una gorra de beisbolista, ambos encontrando la vida juegan a la adolescencia, la viven.
Que vienen de trabajar en un film sobre indocumentados, que lo rodaron en el desierto, en Sonoyta, y en parte de Nogales. Que les lacera la situación de los migrantes, las estadísticas de niños repatriados, la soberbia de los policías de migración.
Lo dicen en ese trayecto hacia el ecológico, dentro del bocho que el reportero dispuso como una ofrenda para el actor y la artesana.
Quitarse de encima al actor que es, no es fácil. A Damián a leguas lo reconocen , y por eso el saludo de efusiva admiración es constante. Y es la empleada del parque, el mesero en el restaurante, la reportera de espectáculos, el fotógrafo, el intendente del hotel, quienes manifiestan su contento por el encuentro.
Quién lo haya visto, confirmaría que la actitud de ese personaje de sacerdote comprometido con las causas de los jodidos, es de veras, por que la mirada de Damián no miente. Mucho hay de cierto en su convicción por estar con los torcidos. Quien lo hubiera escuchado argumentar que la miseria en el país es responsabilidad de los gobiernos, incluidos los más recientes, habría entendido la convicción del personaje actuando en la Ley de Herodes. Los conoce por lo que han hecho, sabe de las capacidades de esos políticos que brotan por todas partes, inextinguibles.
Las imágenes de ese recorrido por la flora y fauna entorno a los cerros, se agolpan, brotan como la infancia constante en Damián al observar las perfectas nalgas de Macaca mulata, una changuita cadenciosa que se paseaba dentro de su jaula.
La mira y el actor celebra: “esas son nalgas”. La changuita mueve su trasero festejando el piropo.
Dice Alcázar que ahora le seduce más el cine, y que el teatro es su origen. Las telenovelas ya no porque no se le gustaría participar en esas historias que nada aportan a la sociedad.
En su travesía entre animales y Palo verdes, Mezquites, Sahuaros, la manifestación de amor es constante: Alcázar y Olivares se comunican solamente en ese lenguaje. Se ponen de acuerdo para el próximo menú, el instante de partir, incluso las caricias a los reptiles, tigres, ratones y cucarachas, son al unísono. Y corrijo por el pudor que me provoca la mentira: a Claudia se le eriza la piel al observar el hogar de las cucarachas.
Y si antes Damián solicitó no disparar la cámara sobre su rostro, aduciendo que a él sólo las cámaras de cine le salen bien, minutos después pide a su compañeras que atrape para siempre el instante en una toma dentro del parque.
Son dos niños que se saltan el guión de la película, dos enamorados que tácitos escriben lo que el sentimiento les ordena. Por eso allí están, intentando detener el reloj y permanecer entre los olores de la zorra, el canto del perico, la fiereza dócil del tigre.
Aman a los animales, y la impotencia de la prisa le arranca a Damián la necesidad de regresar, de estar después con holgura, un mes o dos en Sonora, para recorrer el desierto, para tocar el mar, para trepar la sierra.
Yo también creía que Damián Ojeda, el personaje de Bajo california, artista plástico que con recursos de esqueletos de animales de mar construye la instalación como ofrenda y redención, era la actuación perfecta. Lo sigo creyendo, con la conclusión de que el actor vive la emoción de tener ante sus ojos el amor por la naturaleza.
Alacázar es más que la presencia en la vida por una película, la convicción de vivir haciendo lo que desea. Hay en él la naturaleza de la risa, la necesidad de la expresión, la urgencia también de continuar creyendo en los cuentos que la vida urbana le cuenta.
Sufre al personaje que ahora vive, al que hace unas horas no pudo dejar en la frontera, al que sin duda tendrá prendido para siempre. Es él un inmigrante más.
Claudia observa con actitud libertaria a su pareja, como lo citan esos versos escritos en el metal que porta en su muñeca, grabados por ella misma, tal vez con la intención de tener siempre presente el respeto a los demás, como religión que practica.
El recorrido por el centro Ecológico les mueve dentro, y desean regresar, por eso sacan cuentas sobre los tiempos. Es la profesión el inevitable abordaje del destino hacia otra ciudad, otro país, otro continente.
A Claudia y Damián les queda claro que lo único claro es el poder de vivir el instante. Lo ejercen hoy, en esta tarde amable en la que Hermosillo les otorga el viento y colores de sol apacible. Es también la aportación de la ciudad: para que regresen. Y celebrar la existencia del compromiso, el deseo de la infancia y adolescencia perenne en la artesana, en el actor.

Colofón

Mi compromiso con Damián (al informarle que escribiría sobre esa tarde encima del Volks Wagen con sus ruidos extremos) fue que le enviaría el texto antes de su publicación. Porque de carnales es conversar sin anteponer el reflector banal del espectáculo. Porque no sólo de provocar notas vive el artista. Porque él requiere ser uno más en el borlote que son los días: pasar desapercibido y habitar la cotidianeidad sin la estridencia de las miradas que admiran. Su respuesta fue una sonrisa.
Le envíe el texto como acordamos (incluida una escena de teatro de mi autoría, de la cual le adelanté la anécdota) y en menos de veinticuatro horas me llega la respuesta. La incluyo enseguida porque es ahora para mí la enseñanza de la humildad:
“Carlos..... me cae que hay riqueza en la mirada de mi nuevo amigo....le agradezco esas líneas y usted puede publicarlas cuando quiera pues es un espaldarazo a éste actor en ciernes ..... ya leeré con calma su obra y los comentarios derechos y transparentes le llegarán por este mismo medio. Un abrazo. Damián.

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