me gusta leer frente al manicomio. la tranquilidad de la estridencia me llena de emoción. recorrer líneas de ronquillo el víctor. con su lesbia que se va de casa. son los enfermos mis hermanos. les oigo cantar molachos de versos. trepan los naranjos y las bardas son gatos en sus bocas. una radio de onda corta es un puerto en la habana de mis oídos. tocan percusiones los balseros. existen minutos superlativos. la naranja me da el zumo de la cordura. veo la carcajada de los de adentro. estoy tan afuera como estos días plenos de tu animal en la mirada acechándome. Tinta. (cs)
1 comentario:
Bien. Me recordó a Leopoldo María Panero..
Saludos
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