miércoles, 20 de febrero de 2008

Numeralia


por Silvia Arvizu

Seis de la mañana es la hora a la que se toma la lista. Tres aseos al mes obligatorios en el área externa del cereso. Dos pesos cuesta recibir una llamada telefónica. Quince días barres la cancha si no sales a la lista. Quince días barres el comedor si faltas el respeto a una custodia. Treinta días en el área de segregados si te peleas con alguien. Doce celdas hay en la planta alta. A las seis se reparte el desayuno. A las once la comida y a las cuatro la cena. Cuatro teléfonos públicos existen en el área del comedor. Dos celadoras cubren el área. Un día a la semana atiende el dentista. Uno a la quincena el ortopedista. Dos meses en el castigo permanece a quien se le sorprende con droga o celular. 11:45 a.m. es la hora a la que se retira a la visita familiar. Ocho años es la condena a quien comete homicidio. Dos pesos cuesta un cigarro suelto. Ocho meses dura el proceso de quien se confiesa culpable de homicidio y que por falta de elementos se le declara absuelto. Seis diferentes grupos religiosos imparten la palabra de Dios al interior del área femenil. Seis computadoras capturan la recepción de visitas cada fin de semana. Ocho lavaderos y un boiler abastecen aproximadamente a 140 mujeres. Diez regaderas, cinco en cada planta. Seis camas en cada celda. Se permite un refrigerador y un cooler por cada celda. Quince pesos cuesta bailar cuando se organiza un baile. Seis y doce horas es el tiempo que duran las conyugales. Quince minutos dura la visita de corto tiempo. Tres meses dura el curso de guitarra. Un mes el programa de desintoxicación. Tres pesos es el costo de la cuota para la recolección de basura. Diez pesos cuesta una talacha. Un mes aproximadamente tarda una recién llegada en adaptarse. Un taller de costura y un taller de reciclado reciben a las mujeres a trabajar. Ocho columpios en las áreas verdes. En dos meses engordas diez kilos. Una semana completa sales en “nada ni nadie por encima de la ley”. Doce años es la condena de quien es responsable de venta de estupefacientes. Diez de la noche es la hora del toque de queda del femenil 2. Veinte años es la pena impuesta por lesiones.

5 comentarios:

jose fá dijo...

Dile a Silvia que me gusta mucho esto. Ennumerar le da frialdad a las cosas, disfraza la carga emocional, el dolor. Las listas ayudan a decir.

Un abrazo, Carlos

Anónimo dijo...

Al leer esto no puedo dejar de sentir los números encima, los segundos, y ese desamparo por saber que el tiempo me rebasa y a la vez esa emoción por (a toda costa) vivir el instante. Abrazo a Silvia.

Anónimo dijo...

y por esa foto un abrazo a ti.

**Mara Yudith** dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
**Mara Yudith** dijo...

Hola Silvia

Descargar las emociones a través de la palabra
es en sí una libertad.
Numeralia me hace sentir una interna
de las que necesitan una vida para adaptarse, diez segundos para asirse a una sonrisa, dos minutos para tragarse las lagrimas, ocho horas para barrer las penas, quince días para encontrar las alas en la propia inmensidad, un mes para tatuar una huella en el silencio, veinte años para cambiar de personalidad, y solo una lectura para embriagarse de paz.
Te mando un calido abrazo

Gracias Carlos
“érase un joven de alborotados rizos: recopilaba coloridas plumas de un ave en cautiverio; poseía la firme confianza que algún día sus ojos se regocijarían con su vuelo. Sucedió que una mañana el ave surco el cielo, él siguió preso en la utopía.”

mara