jueves, 4 de febrero de 2010

latidos como hélices


ayer sentí agitarse mi pecho. esuché un ruido intenso y no era normal. me asomé al patio de la casa de la cuca. era un avión que volaba bajito bajito. recordé que por la mañana miré un helicóptero también volar muy bajito. pensé de inmediato en bagdad. y el miedo que deben vivir sus habitantes. acá la violencia aun no baja desde esas máquinas. la violencia es una fiesta que termina antes de la media noche, con un montón de cadáveres adolescentes-jóvenes. (cs)

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