jueves, 26 de septiembre de 2013

Lo que busco es compartir lo que me toca vivir y lo que me toca ver


Mauricio Palos, fotógrafo

Carlos Sánchez

Hermosillo, Sonora.- Mauricio Palos es fotógrafo, documentalista. Respondiendo a pregunta expresa, mirando a los ojos, comenta: La cámara es la compañía similar a la de un músico y su guitarra, o la de un reportero y su grabadora, una herramienta que nos acompaña todos los días.

Mauricio visita Hermosillo para impartir el Taller Introducción a la fotografía documental y la mirada del autor. El taller se da en el marco de Fotoseptiembre Sonora 2013, coordinado por el Instituto Sonorense de Cultura.
Previo al inicio del taller que se desarrolla en Casa de la Cultura de Sonora, hay tiempo para conversar. Mauricio Palos cuenta la historia de una fotografía donde los ojos de una madre son la compuerta que derriban las lágrimas. También, Palos, muestra su sentido profesional y ético del oficio que consiste en compartir con la sociedad instantes desde su mirada.

--¿Qué aprenderán, qué compartirán tus alumnos en este taller?

--Vamos a estar compartiendo la forma en la que se trabaja normalmente en la fotografía documental. Más que metodología de trabajo será ir entendiendo los intereses que tiene cada fotógrafo personalmente, para ir de alguna forma, encontrando su propia voz como fotógrafos. 

Ya teniendo eso se irán analizando distintas formas de cómo contar historias propiamente, cómo editarlas, pero creo que lo más importante para los fotógrafos que se interesan en este tipo de talleres es que vayan entendiendo que en la fotografía la idea es que cada quien vaya buscando su propio camino.

--Tu trabajo es social, ¿por qué habiendo tantas vías, elegiste esta?

--Empecé a trabajar en La Jornada de San Luis, antes había estudiado mercadotecnia, interesado en la fotografía publicitaria. Con el tiempo fui aprendiendo a trabajar en la calle, y se dio de forma natural la fotografía social. Definitivamente me interesa mucho lo que pasa en el país, en la región, trabajé mucho tiempo en Centroamérica, y he entendido que mi trabajo tiene que llevar esa dirección, el lugar donde tengo que estar, de alguna forma terminé aquí y hay que seguir haciéndolo con responsabilidad.
                                                          
 --¿Qué es lo que buscas cuando disparas?

--Lo que busco cuando disparo es tratar de crear el grupo de imágenes que puedan explicar las situaciones o los lugares en los que me encuentro, las distintas problemáticas, o simplemente puede ser un buen momento del día, no todo tiene que ser caos. Lo que busco es compartir lo que me toca vivir y lo que me toca ver.

--Hay una fotografía dramática, tuya, donde una señora abraza a un joven, la expresión de la señora conmueve, es de dolor. Cuéntame la historia de esa foto.

--En esa foto lo que estaba pasando es que había un chavo que se llama Lenin, (ya no he tenido contacto con él, no supe si al final llegó a Estados Unidos), yo estaba en San Manuel, Cortés, en Honduras, siguiendo la historia de Edgar, un chavo que había caído del tren, se había rehabilitado en San Luis, yo lo conocí allí, posteriormente fue deportado y regresó a San Manuel, de donde es. En ese momento de la historia me interesé en ir a conocer dónde vivía, cómo era su regreso a su país después de haber estado un año rehabilitándose. La forma con la que trabajaba en el pueblo era básicamente con los conocidos de Edgar, es un pueblo pequeño, todo mundo me veía allí, y se empezaban  a preguntar quién era yo, unos se interesaban, otros ignoraban, y en el caso de Lenin lo conocí un día antes de esa fotografía, estaba caminando en el pueblo, en ese momento traía trencitas, se las había hecho tal vez influido por la cultura fronteriza y me comentó que al otro día se iría a Estados Unidos, porque poco antes lo habían deportado y él tenía su esposa e hija en Estados Unidos y quería regresar. Estaba organizándose con un grupo de chavos del pueblo, para el otro día viajar hacia la frontera con México y agarrar el tren. La cita fue llegar a las siete de la tarde a casa de Lenin, había muchas personas, familiares, vecinos y la dinámica era curiosa, porque al contrario de parecer una despedida trágica, como lo muestra la imagen, la gente estaba animada, platicando, compartiendo, las señoras estaban preparando baleadas, que son tortillas de harina con mantequilla y frijoles, los niños estaban jugando y los chavos preparándose para el viaje, en el cuarto, empacando. Llegó un momento en el que una de las tías mandó a llamar a Lenin, para su cuarto, cerraron la puerta, pregunté si podía pasar, dijeron que sí, y empezaron a rezar, a invocar a Dios, a desearle buena suerte, acabo de escuchar esa oración ahora en Juárez, con el grupo de Los Ángeles, que se visten y van a escenas de crímenes, entonces creo que tiene qué ver con los cristianos, creo que es una oración en la que desean buena fortuna y como que haya un buen trabajo. Mientras la tía estaba rezando, estaban los distintos personajes, acompañados de sus madres, que iban a viajar, la ceremonia o el rito duró como quince minutos, estuve haciendo fotografías, terminaron de rezar, se abrazaron y se empezaron a despedir, fue un momento fuerte para mí, para ellos. Yo nunca había experimentado eso, era mi primer viaje fuera de México, fue un momento interesante, el poder vivirlo. Posteriormente acompañamos a las personas a la central de autobuses de San Pedro Usula y de allí ellos ya emprendieron su viaje hacia Estados Unidos. De Lenin no volví a saber.

--¿En algún momento te has sentido intruso y has decidido bajar la cámara, no disparar, por prudencia?

--Algunas veces. Hay momentos donde los hechos nos sobrepasan y nos hacen bajar la cámara, y ser alguien más para acompañar que para observar.

--¿Y qué hacer ante la insistencia dura de los editores, que exigen las imágenes sin importarles que a veces tomar fotos no sea posible por prudencia o solidaridad?

--Después del periódico no volví a tener relaciones tan cercanas con los medios precisamente por eso, prefería trabajar a mi ritmo y producir proyectos o ensayos que marcaran más mi paciencia o las cosas que estoy meditando, en vez de lo que está meditando y lo que quiere otro medio.

--¿Algún proyecto en puerta?


--Tenemos en puerta el Encuentro Fotográfico México, que lo estamos haciendo el colega Rafael Durán y yo, todas las actividades son gratuitas, no hay cobro, la idea es capacitar a los fotógrafos de los estados, en materia de trabajos personales, de proyectos, como en materia de seguridad. Tenemos alianza con Artículo 19 y estamos dando talleres de seguridad para periodistas visuales. El evento será del 24 al 26 de octubre en Cholula, Puebla, del 21 al 23 será el taller de seguridad, por si alguien se interesa en aplicar, la convocatoria es para todo el país, aunque nos estamos enfocando al centro del país, se le da prioridad a ello porque posteriormente nos iremos acercando a distintas regiones para que todo mundo pueda tomar el taller. La convocatoria se encuentra en la página de facebook: Encuentro Fotográfico México.

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